Sobre
nuestro enfoque...
La
psicomotricidad nos ofrece el juego como recurso facilitador de
aprendizajes y experiencias, y el agua es el ámbito propicio de
estimulación sensorial y motriz para el niño/a por las múltiples posibilidades de movimiento y de registros propioceptivos que ofrece.
En
nuestro espacio de Natación y Psicomotricidad en el agua, buscamos
por medio de estas disciplinas,
la introducción y adaptación al medio acuático de la mano de
vivencias placenteras y positivas, y de esa forma
encontrar la comodidad postural, necesaria para desplazarse,
respirar, flotar, estar a gusto, y acceder a otros modos de
movimiento en esta experiencia acuática. Así como también,
favorecer los modos de hacer propios, los vínculos afectivos y la
relación con el entorno.
El
agua nos ayuda a vivenciar sensaciones y percepciones, generar
deseos y posibilidades de acción, incorporando también posturas de
sostén y apoyo, contención y envoltura. Fomentando el
desarrollo de la coordinación y equilibrio postural.
El "estar" en el espacio con
otros ayuda en las relaciones sociales, estimulando el compartir y
realizar actividades en conjunto. El niño/a adquiere más confianza
para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en
constante contacto con los demás.
El agua se presenta
fácilmente abordable; no golpea, mantiene el peso, procura desplazamientos que son imposibles en tierra firme, gran
beneficio desde lo psicomotriz; a su vez que, proporciona
oportunidad para reconocer su cuerpo, el espacio y los objetos. Esto
hace que el niño/a experimente un sin número de experiencias que
enriquecerán sensiblemente motricidad.
Desde el punto de vista
fisiológico favorece el acrecentamiento del aparato cardio-
respiratorio y colabora en el desarrollo del aparato ósteo-muscular.
Por último, el dominio paulatino de este medio le propicia
seguridad e independencia, promoviendo autoestima, pérdida del miedo
y confianza en sí mismo.
Las
actividades que realizamos tuvieron que ver con DESCUBRIR EL
MEDIO.... un paso hacia la familiarización con el agua a través
del juego y la vivencia placentera del nuevo medio acuático a
explorar y aprehender:
- Recorrimos nuestro espacio para poder conocerlo mejor, caminado y flotando con ayuda de las docentes y/o materiales como ser flota flota, tablitas, entre otros.
- Vivenciamos las diferentes formas de ingresar al agua, sentados, parados, de cúbito ventral con y sin ayuda.
- Jugamos a desplazarnos de diversas formas.
- Atravesamos túneles, tablas, aros sumergidos y en la superficie.
- Experimentamos diversas formas de sentir el agua en nuestro cuerpo, a través de las diferentes posturas y materiales utilizados.
- Realizamos cambios de postura, de posición ventral ( mirando al agua), bien estirados, a posición dorsal (mirando hacia el techo, con la espalda y cabeza apoyados sobre el agua), con ayuda.
- Trabajamos la respiración rudimentaria (soplidos bajo el agua)
- Realizamos inmersiones parciales de cara, cabeza y/o totales del cuerpo.
- Llevamos adelante juegos de expresividad motriz, de trasvasados, de embocar , de encastrar, entre otros.
Maria Laura Hernando
Psicomotricista
Prof.
Nac. Educ. Física
Y
además...
Durante
la primera parte del año fuimos acercándonos al medio acuático a
través de juegos y actividades, pero no solo a través del cuerpo en
movimiento en relación al agua, sino también a través de la
sonoridad de nuestro cuerpo en el agua.
Las
canciones, rondas y juegos musicales permiten otra manera de
relacionarse con el medio acuático. El cuerpo y sus movimientos no
son los mismos dentro éste que fuera, por lo que, por ejemplo a
través del baile, las sensaciones corporales, la velocidad de los
movimientos, e incluso el peso del cuerpo, difieren de manera
notoria.
Pero
también los juegos musicales permiten, a nivel vincular
mamá/papá-bebé, una cercanía tanto física como relacional. Así,
las canciones no solo acompañan el movimiento y los juegos,
modulando la velocidad y la intensidad, sino que también llevan
consigo algo de lo propio, permitiendo imprimir al movimiento
emociones y sentimientos. A través del tono de voz y del
acompañamiento corporal, se generan momentos de intimidad entre el
referente vincular y el niño/a, que permiten relacionarse entre sí
y con el medio acuático desde un lugar de seguridad y protección.
Esto les permite a ambos ir incluyéndose de a poco en las
actividades, sintiéndose más seguros y acompañados.
De
esta manera, durante estos primeros meses acompañamos los juegos
propuestos con canciones de elección propia, a la vez que jugamos
todos juntos, poniendo los cuerpos en movimiento al ritmo de rondas
infantiles.
Tatiana
Jaeger
Lic
Musicoterapueta
No hay comentarios:
Publicar un comentario